Notas
Nota publicada en Data Chaco (nota)
Escrita por Silvana Sanabria (Instagram)
LITERATURA REGIONAL
Lobita de Río: la editorial artesanal en la que confluyen
grabado, ilustración, poesía y disidencia
La curaduría del proyecto se enfoca en la poesía como un medio para dar voz a las disidencias, “no sólo en términos de identidad de género, sino también en el uso del lenguaje y las temáticas abordadas”, explica Josefina Wolf, su creadora, en diálogo con DataChaco.
En un mundo editorial en constante cambio, donde los
procesos industriales predominan, la editorial Lobita de Río emerge como
un refugio para el arte del libro artesanal y la poesía. Fundada por la
ilustradora, grabadora y amante del oficio, Josefina Wolf, la editorial combina
el trabajo manual, el grabado y la ilustración en cada una de sus
ediciones.
Desde DataChaco conversamos con su creadora, quien nos compartió el profundo vínculo personal que la llevó a fundar Lobita de Río, el valor de lo artesanal y la colaboración cercana con las, los y les poetas que publican en su editorial.
Escrita por Silvana Sanabria (Instagram)
0ctubre de 2024
La curaduría del proyecto se enfoca en la poesía como un medio para dar voz a las disidencias, “no sólo en términos de identidad de género, sino también en el uso del lenguaje y las temáticas abordadas”, explica Josefina Wolf, su creadora, en diálogo con DataChaco.
Desde DataChaco conversamos con su creadora, quien nos compartió el profundo vínculo personal que la llevó a fundar Lobita de Río, el valor de lo artesanal y la colaboración cercana con las, los y les poetas que publican en su editorial.
Un vínculo con la literatura que nace en la infancia
Desde pequeña, Wolf estuvo rodeada de libros, gracias al amor por la lectura que compartían sus padres. "Siempre que iba a la casa de mi papá era despertarme, abrir un ojo y verlo en la madrugada leyendo un libro", cuenta. Esta presencia constante de la literatura en su vida desarrolló en ella un interés no sólo por la lectura, sino también por el libro como objeto.
Esta inclinación la llevó a explorar las técnicas de grabado y dibujo desde la secundaria. Con estudios formales en Bellas Artes y una especialización en grabado, encontró en la xilografía y el grabado tipográfico una conexión directa con la producción de libros ilustrados, una técnica utilizada desde la Edad Media, una época que la fascina por su estética y composición visual.
Aunque el arte medieval no tiene relación directa con su vida cotidiana, su riqueza iconográfica y el registro visual de la época influyeron profundamente en su desarrollo como artista.
“Creo que Lobita de Río une todas mis pasiones: la poesía, la ilustración editorial y el grabado”, explica, y menciona que en cada uno de sus libros hay ilustraciones y grabados de su autoría. En cada proyecto se conjugan todas sus influencias y experiencias, desde su formación en diseño gráfico hasta sus colaboraciones anteriores con editoriales internacionales de distintos tamaños.
De ‘Wolf’ a ‘Lobita’, una metamorfosis de la desobediencia
El nombre "Lobita de Río" simboliza un acto de resistencia y reivindicación, alejándose de las connotaciones del "lobo" europeo presente en su apellido, Wolf, y abrazando la figura de la lobita, que representa su pertenencia al territorio del río Paraná. Esta elección no solo se trata de un cambio de nombre, sino de un movimiento que busca dar lugar a las voces históricamente marginadas en el mundo editorial, como las de las mujeres y las comunidades LGBTQ+.
El proyecto editorial no sólo se limita a la publicación de libros; también incluye la promoción de un feminismo inclusivo y el reconocimiento del papel de las disidencias en la literatura y la imprenta, campos que han sido predominantemente masculinos. Con "Lobita de río", se establece un espacio donde la poesía puede florecer, resonando con las voces de quienes se encuentran en los márgenes sociales y literarios, y así, se busca contribuir a una conversación más amplia y significativa en el ámbito cultural.
La curaduría de "Lobita de río" se enfoca en la poesía como un medio para dar voz a las disidencias, “no solo en términos de identidad de género, sino también en el uso del lenguaje y las temáticas abordadas”, explica Josefina. La editorial busca publicar a escritores que se desvían de lo convencional y que desafían las normas establecidas en la poesía. Entre sus proyectos, destacan obras de escritores como Washington Atencio, Franco Rivero, Evelin Bochle, Luba Malun, Vir del Mar, Duen Sachi, y Daiana Vázquez, todos ellos aportando diferentes perspectivas y experiencias al catálogo de la editorial.
Lo artesanal como práctica de resistencia
La editorial se presenta como un espacio donde la literatura se fusiona con el arte a través de un enfoque artesanal. En una era marcada por lo digital, la velocidad y la masividad, la propuesta de Lobita es regresar a lo analógico, favoreciendo las técnicas de grabado y el trabajo manual en la creación de libros.
Y es que en los últimos años la editorial se consolidó como una referencia en la publicación artesanal de obras literarias en la región, con un enfoque particular en la ilustración y el uso de técnicas de grabado. En la serie Remansos, por ejemplo, “todas las publicaciones están ilustradas con grabados originales y se presentan en pares, utilizando distintas técnicas como la monocopia en tintado simultáneo y la estampa tipográfica, garantizando la originalidad en cada ejemplar”, remarca Wolf.
Desde sus inicios, “Lobita” se centra en el trabajo artesanal y lo que podríamos denominar como la presencia y las marcas del cuerpo sobre las ediciones, consciente de que el esfuerzo invertido en cada publicación “nunca será recuperado en términos de tiempo”, relata Wolf.
Sin embargo, la fundadora ha encontrado satisfacción en el proceso creativo, priorizando la calidad y la singularidad de cada obra. Las tiradas son limitadas, entre 30 y 50 ejemplares, y los autores reciben un 10% de ejemplares de la tirada, lo que refleja un compromiso equitativo con los escritores.
La elección de un modelo de publicación artesanal en lugar de uno industrial responde a una necesidad de “desconexión de la virtualidad y de retorno a la materialidad de los libros”, indica Wolf, quien ha trabajado para grandes editoriales y reconoce la importancia de las que cuidan el proceso de publicación. Sin embargo, su objetivo con Lobita es ofrecer una propuesta que amplíe los sentidos y fomente una conexión más profunda con el material.
La fundadora, apasionada por lo analógico y con una formación en grabado, ilustración y fotografía, busca recuperar la esencia del proceso creativo. Esto se traduce en un enfoque que valora el cuerpo, los sentidos y la experiencia táctil de los libros, resistiendo la tendencia a la producción masiva y virtual. Aunque su editorial pueda tener un alcance limitado, su compromiso con la calidad y la originalidad es inquebrantable.
Las técnicas: marcas del cuerpo en cada obra
Cada libro es una obra única. “En ‘Río Grande’, se utilizan grabados originales, mientras que en ‘Senderos y Plumas”, la técnica es completamente monocopia. En ‘Juglarías’, se emplea xilografía y estampa tipográfica para el título, los nombres de los autores y el de Lobita, asegurando que todas las ilustraciones sean también originales”.
Un ejemplo destacado es ‘Se me lo lleva’, donde cada tapa es pintada a mano con pintura asfáltica, creando una experiencia visual singular. Este libro también incluye ilustraciones del artista Duen, integradas en el cuerpo del poemario, así como textos seleccionados de otras obras del autor, lo que enriquece el contenido y establece un diálogo intertextual.
Otra de las obras destacadas es "Pipido”, de Franco Rivero. La fundadora de Lobita de río ha trabajado durante tres años en el proyecto, donde se busca explorar la metaficción a través de un personaje infantil que interactúa con los elementos del libro, desdibujando las líneas entre la ficción y la realidad. Este enfoque invita al lector a cuestionar los límites de ambos mundos y a sumergirse en una experiencia de lectura más íntima y reflexiva.
Sobre la obra, Wolf señala que "la ternura de la infancia es lo que salva al niño, su capacidad de vincularse con otros seres, como las gallinas, que lo protegen de la violencia que lo bombardea". Esta sensibilidad es fundamental para comprender la profundidad del personaje, quien, a través de sus interacciones, encuentra un respiro en un mundo que parece desmoronarse a su alrededor.
El libro se enriquece con ilustraciones en lápiz y tinta, creadas en parte por la sobrina de Wolf, Martina, que añaden diferentes registros visuales a la narración. La autora reflexiona: “No quería dibujar como si fuese ese niño; quería que una niña dibuje”. Además, los dibujos de Martina están diseñados para invitar a la participación del lector: "no pueden ser sólo ojos de lectura; deben involucrarse en la historia, como si al ver algo, debieran actuar".
Por otra parte, la serie Remansos destaca por su compromiso con la ilustración original: cada publicación se acompaña de grabados únicos, utilizando técnicas como la monocopia en tintado simultáneo y la estampa tipográfica. La atención al detalle es evidente, donde, por ejemplo, en la tapa de Se me lo lleva, cada una es pintada a mano, haciendo de cada ejemplar una pieza singular. Las transparencias, la inclusión de ilustraciones del artista Duen y la combinación de textos preexistentes en el poemario resaltan la complejidad y riqueza de la obra.
El proceso de curaduría y con los artistas
El proceso de colaboración con los escritores es fundamental en la editorial. Se establece una comunicación abierta y respetuosa, donde se fijan plazos y se realizan ajustes según sea necesario. Las videollamadas se convierten en una herramienta clave para fomentar un diálogo fluido y asegurar que las visiones de los autores se vean reflejadas en el producto final.
El proceso de creación implica una profunda dedicación, “donde se valora cada etapa, desde la lectura y el trabajo del material hasta la impresión y encuadernación de las obras”, relata Wolf, quien se encarga de todos los aspectos técnicos, utilizando herramientas y máquinas antiguas que confieren un carácter único a cada publicación.